ESPALDA DE PAPEL

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Cádiz, Andalucía, Spain
canastera de versos, alma de mujer... deseo tener las alas de la poesía. Espero de ti amigo lector, me sigas por este mundo mágico de la palabra. Aquí mis sueños, aquí mis desvaríos desde la cordura y la locura de ese alma que pretende no serte ajena. Espalda de papel. A flor de agua. Con el alma en pie. Blog© 2008

sábado, 1 de noviembre de 2008

Para que me reconozcas

Para que me reconozcas, tengo todo el tiempo del mundo.
Viviré mientras tanto, esta noche inconclusa
a jirones desgarrada.
Fingiré la inocencia del gamo sediento junto a un río de fauces,
que no se sabe en peligro,
y bebe.
Sosegaré con tus versos leídos desde lejos,
el dolor que no calman estas horas cinceladas, preciosísimas
a recuerdos.
Sostendré la pesada carga de amar a solas
siendo las alas del amor tan leves,
como las leves alas, son de las mariposas.
Piénsame tú mientras tanto, la mirada a las claras del día,
los párpados cerrados ante la noche del beso.
Piénsame tú los pechos desnudos, blancos,
llenos... rotundos entre tus manos.
Piénsame serena,
o altiva, como velamen henchido de vientos favorables.
Piénsame de labios sedientos y aliento por profanar.
Piénsame las manos que esperan y mídeme las fuerzas arreciando temporales.
La espalda recia, el deseo, la ternura quebradiza…
Ve pensándome tormento de mis tormentos; Y así, de poco en poco,
de aquí a que me reconozcas, en tus adentros, lugar de las verdades,
yo habré crecido a tu medida.
Para cuando me reconozcas por entero,
tendré de ti la forma , los pensamientos;
de mi, tan sólo la mujer y las mil y una noches venideras,
a jirones inconclusa.

lunes, 13 de octubre de 2008

Romance del rey ultrajado.



El rey cetro y corona,
puso a los pies de su amada.
Por regios que los tenía,
por nobles de sus pisadas.
Construyó magno castillo
en la vega de Granada,
y elevole santuario
donde velarle las armas.
Nuca estuviera el buen rey
más alejado de espadas
que en el tálamo nupcial
entre sábanas de holanda.
Más ella de humilde moro
vino a quedarse prendada,
y ya no quiso grandezas
ni las joyas, ni a sus damas,
ni rica capa de armiño
de mostacillas bordada.
Bajo la luz de la luna,
los dos amantes soñaban:
ella que era vaquera,
él, un pastor de cabañas
que desde el alto del cerro
con péñola de ganso alba,
le transcribiera un romance
cual perlas de moaxajas.
A los oídos del rey,
llegó la ofensa tamaña.
Deambulaba enajenado
desde la almena a su cama
recorriéndole la frente
el tinte que tornó en cana…
una negrura de sangre
que por sus poros brotara.
Rondando estaba la muerte
con su afilada guadaña.
Y al rey diole consejo:
¡qué concretara venganza!
Entre agónicos sollozos
su locura la asfixiara,
que no quiso darle muerte
la cordura enamorada.
Doña Tránsito la lleva,
a grupas de yegua flaca.
El rey plañe sus penas
sobre una tumba cristiana
donde resuena de noche,
una voz ultramundana,
que entremete llanto y risas,
a los versos de una jarcha.



Nota de la autora. Se ruega al lector evalúe este texto tan sólo, como pieza literaria que tímidamente quiere aproximarse al romance tradicional. Queda aquí expresada mi rotunda repulsa a la violencia de género.

jueves, 21 de agosto de 2008

Lo que es mío

Son mías las madrugadas de insomnio,
al igual, las pinceladas malvas
del alba, que traen al fin el sueño
a mis párpados perezosos
esas,…también son mías.

Es mío el calor que en la noche
se deposita en el sexo
mientras duerme ausencias.

Es mío el recuerdo de tu tacto
imponiéndose a la mirada de los ojos,
ascendiendo a los montes de mi mapa
marcados cortafuegos,
por la presión de tus dedos.

La rotundidad de mi vientre es mía,
el verde desde el que te miro
ese que era tu océano es mío.

El aliento escapado de entre mis labios
semiabiertos, expirando suspiros,
continuamente pronunciando,
convenciéndome, de que no me perteneces,
ese...ese desaliento, también es mío.

Todo es mío menos tú,
y menos yo… que soy tuya.


domingo, 3 de agosto de 2008

El leve peso de mi almohada

Anoche,
coloqué la almohada sobre mi cuerpo.
La abracé tan estrechamente
que hasta me pareció sentirle latidos por dentro.
Yo no sabía que las almohadas tienen corazón.

Anoche,
abarcando su ternura entre mis piernas
le fui musitando mis silencios,
se invadió de ellos el aire que nos separaba,
zozobraba inquieto por nuestros costados.
tan estrecho se hizo el contacto…

Anoche,
abrazada a mi almohada
entre el jergón y ella jadeaba un desconsuelo.
Anoche, mientras me comía mi almohada a besos,
bajo su leve peso creí morir de soledad.
Yo desconocía que las almohadas consuelan y aman
como nadie en este mundo.




miércoles, 30 de julio de 2008

A veces

A veces siento hambre de olvidarte,
pero te cobijo entre los pliegues de mis alas
y allí, donde me impides el vuelo,
soy paloma herida
esperando de tu mano alimentarse.

A veces me entran ganas de cegarte
mientras sesgo hacia ti la acuciante mirada,
ausencias de unos ojos, no caben bajo las alas de la paloma
que enfebrecida enajenada,
espera en tu mirada contemplarse.

A veces me propongo el desasirte
y desnuda de tu piel, encerrarme tras los siete cerrojos del olvido
del óxido y del tiempo...
como hembra/ paloma desahuciada…
ya tan sólo llorarte.

Pero a veces,
¡ay de mí¡ cuando a veces me descuido
y te retengo
ansiosa, por besar el cielo azul
que nos cubra bajo su bóveda
y nos deje atravesarlo con un vuelo en armonía,
porque tú,
tú te me desprendes una vez más;
en pleno vuelo
te me desprendes
y yo,
yo te persigo en vertical caída hacia el abismo
alejándome de mis a veces, alejándome de mí.


jueves, 17 de julio de 2008

Mi voz.

Mi voz se interna en la garganta,
mi voz ya no es ni la sombra de lo que era.
No es voluta, ni ritmo, ni pausas;
ni le sabe a nadie a menta, ni a canela,
ni suena a madrugadas de tintes amantes.
Mi voz es ahora un pictograma para ciegos;
mi voz ya no es nada.
Apagada voz esta que huye por el túnel de los tropiezos
y cae y cae hacia sus adentros,
aliviada tan sólo por las alas, que
tomó prestadas del eco de tu risa
pueril…cómplice…mágica…
Mi voz se huye hacia abajo
porque no te encuentra hacia arriba,
y prefiere morir en la mitad de un instante
quebrada de vacío,
como mueren los besos expropiados,
que buscar mi lengua que no puede pronunciarte
porque la tengo cosida al paladar.
Y es que no pueden mis labios pronunciarte
porque están cosidos a tu silencio.


miércoles, 16 de julio de 2008

Ante el espejo.



Y ante el espejo,
una pareja con estampa posa desnuda.
El tiempo silencia y se detiene
y se recrea...contemplando,
cuánto de Dios hay en ellos.


domingo, 13 de julio de 2008

Hoy tus besos.


Hoy, tus besos en estampida
atronan la pradera de mi boca.
Se precipitan en manada hacia el abismo que yace
justo al linde de mis labios.
Tus besos hoy, como caballos espantados
me atraviesan,
me desocupan,
me huyen,
me ausentan,
remontan tanto río de mi saliva...
Hoy, tus besos en estampidas
resecan mi garganta con su nube de polvo;
ausente de humedad, mi lengua seguirá sus pasos
y justo al linde de mis labios, mordiéndose las ganas,
mis besos, a flor de piel, perecerán contigo.


martes, 8 de julio de 2008

Noches de ronda. Diario del miedo.

Cada noche, en vigilia,
te contemplo mientras duermes.
Como dos enredaderas, treparían mis manos de tus caderas a tu pecho,
del pecho hasta tus labios, de los labios hasta tu aliento.
Quisiera dormirme apacible junto a ti
pero no puedo.
Yo te trasnocho.
Detengo la mirada en tus puños relajados,
en la mandíbula serena,
en tus párpados cerrados.
Es mi momento de descanso pero,
aún así, yo te trasnocho.
Te giras hacia mí, te presiento,
tengo miedo a que despiertes …contengo la respiración,
aprieto los ojos, no me muevo.

Como un mal sueño amanece,
de nuevo los insultos, los golpes, la humillación;
me pregunto:
de qué madera estoy hecha.

Te observo desde la cocina,
desmadejado sobre el sofá, vaso tras vaso vas hundiendo tu rostro.
Niegas con la cabeza sostenida entre tus manos.
Te veo llorar.
Y en el fondo me duelen más
tu alma enferma, tus ojos arrepentidos, que mis pómulos amoratados.

Los niños juegan encerrados en el dormitorio,
nuestro perro no sale de su caseta, desde allí ladra al cartero,
y a mí, me comienzan a temblar las manos mientras sirvo la ensalada.
Creo que no está bien aderezada,
te enfadarás por ello.

Por unos segundos se me acota el tiempo de mi miedo
y me vuelvo a preguntar... de qué madera estoy hecha.


Para todas las mujeres que sufren la violencia de género. Para que sepan que están hechas de maderas nobles, que pertenecen a un bosque lleno de vida y que nada ni nadie debe talarles ni el cuerpo ni el alma.


lunes, 23 de junio de 2008

En la fuente del Testigo.

En la fuente del testigo,
quebró la risa del agua,
que el pájaro voló al nido
con pico de grano y ramas.

Desde frondosa arboleda,
oteando una alfaguara
que risueña invita al baño
al dueño de la morada,
piensa el pájaro en furtivas
perfusiones de otras aguas,
mientras vestida de piedra
entre espinos olvidada,
yace la fuente que otrora
fuese fontana de hadas.

En el venero del tiempo,
se silenció su alborada,
que le ha robado el destino
un trino de verde y plata.





sábado, 21 de junio de 2008

La Italia.

Las notas de The Godfather,
salen del aparato de música.
La Italia toda se instala en casa,
En nuestra casa.
Callejuelas empedradas,
estrechas,
las fontanas,
las bicis, los ruidos.
¡Agua va! grita alguien por la ventana,
ropas tendidas cruzan la calle.
¡Vito! ¡Vito!
¡Andiamo a casa!
¡Ahhh! la música, sempre la música.
El sol mediterráneo
bruñendo aún más si cabe
las historias y sus personajes:
El tendero,
el cartero,
la manma,
Pier Paolo,
la pequeña Melina;
todos regresan con efecto placebo a mi memoria
endulzando mis recuerdos de azul y de agua,
de flores tempranas.
Y las curvas de la carretera
bajando el acantilado,
con el mar al frente,
envuelto mi cabello en el fular verde
que me regalaste.
Envueltos mis pensamientos,
en que tu alcoba me esperaba.

Dedicada a Yvette Nino Schryer, escritora de origen argentino ubicada en Israel.





Mírame a los ojos

Dilo.
Tan sólo repítelo y márchate,
pero esta vez, mírame a los ojos;
no se escuchar palabras de jeroglífico,
no entiendo de medias tintas.
Si me miras,
yo haré el trabajo por ti;
tus ojos serán el texto;
penetraré por tus pupilas,
viajaré hasta tu cerebro.
¡Un viaje al corazón
ya es imposible!
Tendré que observar,
razonar,
comprender,
deducir;
y conociéndome...aparecerá la empatía,
amarga hipótesis final.
Frío método científico.
Me pondré en tu lugar,
un lugar de desdicha;
Y preferiré ser la sufridora
mártir del desamor,
heroína de las penas,
compañera del destierro.
¿Cómo se pueden talar tantos recuerdos?
Cerveza y camarones ,en los domingos de azul,
"Cinema Paradiso",final emocionante,
Cinéfilos empedernidos.
Recorridos por la playa,
Tú, la voz de Hegel, Marx, Kant...
yo escuchando, aprendiendo,
continuamente bebiendo de tu alma.
Y tanto más.
pero...ya comprendí
suelto la solapa de tu camisa
suelto tus ojos.
Ya,¡Márchate!

A la memoria de Manuel Osuna.





viernes, 20 de junio de 2008

Fue en las calles de Sevilla.



Fue en las calles de Sevilla
un abril de primavera,
cuando al paso me saliste
de camino hacia la feria.
¿No tienes novio muchacha?
Me preguntaste altanero
y fue entonces que unos ojos
bajo el ala de un sombrero
se clavaron en mi alma
prendiendo en llamas mi cuerpo.

Y yo, que aún era niña,
y tú, maduros requiebros;
los olores de Triana,
las estrellas, su lucero,
el río Guadalquivir
aguas claras pa mis sueños.
Así toíta la noche,
un clavel de mi vestío
desprendió de mi volante
queriendo saciar tu estío.

¡Convirtiéndote en mi sombra
y yo sin querer mirarte!

Esos ojos, ¡virgen mía!
esos ojos y esas canas.
No había por to sevilla
muchacho que te igualara.
Cada día en mi balcón
ir y venir tus pisadas.
Tu silueta, tu sombra,
¡esa estampa agitanada!

Ya no creció en mi verea
ni las hierbas ni las frondas,
marchitas fueron muriendo
tanto pisar de tus botas.
Y pasó que un día en la fragua
bajo el calor de Vulcano,
en pasiones enredaos
puse mi flor en tus manos.
Apagó para nosotros,
García Lorca faroles.
Se encendieron aquel día
los grillos en mis balcones.
Convirtiéndote en mi sombra
y sin dejar de mirarte...

convirtiéndome en tu sombra,
¡convirtiéndome en tu amante!


jueves, 19 de junio de 2008

Allí donde es posible

Barajo entre mis dedos
una a una las letras de tu nombre.
Las descompongo,
altero / desaltero
y te designo.
Te has cobijado tú;
bajo el arbóreo malva de la aurora
escuchas el canto del ave que cuelga,
un jardín imposible de balcones.
Las calles empedradas de Verona
circunscentran los muros Capuleto.
Vistoso el baile aquel
donde rostros ocultos
tan sólo asomaban por los ojos
enmascarados,
enmascarando…
Las palmas de las manos
extendidas hasta rozarse,
buscando el orgasmo de tacto tibio
que se ahogara en las entrañas,
único habitáculo de nuestra peculiar Verona.
Allí, donde es posible,
Verona sigue luciendo radiante,
sin ti y sin mí…
grumetes enrolados,
desplegamos velas hacia Itaca.


.


miércoles, 18 de junio de 2008

Anclada sobre tu pecho


Anclada sobre tu pecho

Anclada sobre tu pecho deviene el tiempo sin prisas.
Cae la tarde.
Despistada, una mariposa revolotea sobre nuestro lecho.
Trae el aire la suave brisa del mar
para acariciar los cuerpos desnudos,
dormitamos in situ un sueño de amor eterno
que sucumbió a la borrachera de pasión.
Un sello imborrable, una impronta hay en nosotros
contra la que no podrá el tiempo.
Y en estas horas detenidas del sopor,
me basta tu dedo índice recorriendo el contorno apacible de mi hombro.
Luego un mirarte dormido,
un velar tu sueño tal vez ausente ya de mi,
son los caprichos de Morfeo. Te acompaño cerrando mis ojos;
sin luz, a tientas...
beso los tuyos, beso tu boca ahora cráter apagado.
Duerme mi amor, duerme, te susurro
mientras escribo sobre tu espalda mensajes subliminales de amor.


Espalda de papel

Desabrocha despacio uno a uno los botones de mis versos
y sobre mi espalda desnuda...
escríbeme un poema.